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DE LO INDIVIDUAL AL CAMPO EN LA RELACIÓN PACIENTE-TERAPEUTA

DE LO INDIVIDUAL AL CAMPO EN LA RELACIÓN PACIENTE-TERAPEUTA

El objetivo de este texto es invitarlos a reflexionar sobre su quehacer terapéutico dentro de una sociedad por una parte convulsionada y consumista en donde prima el ser individual, y por otro lado  ese mismo ser en  una búsqueda intensa para encontrar el verdadero sentido de la vida, así pues el terapeuta dentro de su praxis se encuentra obligado a replantearse sus formas y métodos para poder acompañar a seres que sufren.

Desde 1951 momento en el que aparece el libro Fundamental “Terapia Gestalt, Excitación y Crecimiento de la Personalidad Humana” (en adelante PHG) los Psicoterapeutas, estamos confrontados sobre la existencia de dos paradigmas opuestos y contradictorios: el primero fundado en lo individualista, cuyo método son las interpretaciones causales de la vida del paciente desde su inconsciente y centrado en la profundización interna; y la segunda, que llamaremos el paradigma de campo, que aboga por una visión holística centrada en el momento presente de la relación terapéutica, este método resalta la importancia de la co-construcción de sentido basada en lo que se vive en la experiencia del campo experiencial relacional. 

No es nuestra intención descartar o sobrevalorar ningún paradigma, sino consideramos que es necesario reflexionar sobre cuál es nuestra concepción del otro y partiendo de esta base ubicarnos frente a un ser que sufre para poder acompañarlo con paso seguro desde dicha mirada.

Al destacar estas diferencias queremos, sobre todo, enfocarnos en la propuesta del paradigma de campo experiencial relacional que nos brinda la Psicoterapia Gestalt, ya que consideramos es una postura muy visionaria, que promueve, dentro de la Psicología, un entendimiento nuevo de la experiencia humana al aceptar la complejidad de la vida y al buscar la superación del pensamiento dualista, invitándonos a abrazar el laberinto de la existencia y sumergirnos en la riqueza de las interacciones humanas dentro del campo experiencial relacional, en donde vemos que el único camino útil que nos lleva a una experiencia directa y tangible que no puede ser distorsionada por conceptos o prejuicios es “el contacto”, que según el libro fundador PHG diremos que: “El contacto es la realidad más simple e inmediata” (p. 5), 

Y si hablamos de contacto tenemos que considerar la idea de "frontera-contacto" que se refiere al espacio donde se establece la relación terapéutica, considerándola fundamental para el proceso de terapia, ese “entre” donde juntos, terapeuta y paciente, se  sumergen para la exploración, comprensión y experimentación con la posibilidad de que surja lo creativo y suceda el crecimiento, ya que ninguno de nosotros se construye solo, sino que surge del “campo experiencial relacional” que nos constituye como individuos. Es en esta interacción donde la diversidad del otro se revela y se manifiestan las diferencias, y en donde, al no poder tolerar las oposiciones, los posibles conflictos germinan, dejando entrever el vivo dinamismo del existir, marcado por el ritmo del encuentro. De esta manera la interacción en la frontera de contacto entre las tensiones del organismo y del entorno tiende a simplificar la estructura del campo hasta que se logra un equilibrio relativo.

El enfoque terapéutico Gestalt se basa en el concepto de crecimiento tanto para el paciente como para el terapeuta, donde se busca una presencia activa y comprometida durante las sesiones. El objetivo no es corregir conductas o ajustar al paciente a la realidad, sino más bien acompañarlo para que tome conciencia de sí mismo. Se enfatiza la importancia del diálogo existencial auténtico, donde ambas partes interactúan de forma genuina, siendo impactadas mutuamente. La terapia Gestalt se centra en lo que el paciente sabe y conoce, fomentando la experimentación y el descubrimiento de nuevas formas de ser, sentir y actuar. Tanto el terapeuta como el paciente participan de manera activa en el proceso, aprendiendo y creciendo juntos en una experiencia enriquecedora. Se destaca la importancia de mantener una actitud experimental, permitiendo que emerja el proceso de darse cuenta a través de nuevas conductas. 

La Terapia Gestalt se centra en una investigación fenomenológica que busca describir la experiencia directa de la diada paciente-terapeuta de manera espontánea y natural, sin interpretaciones ni juicios. Se enfatiza la observación plena y precisa del momento presente, posponiendo cualquier evaluación durante la sesión terapéutica. El terapeuta debe soltar sus constructos sobre el paciente para lograr una comprensión más clara del proceso, escuchando atentamente y sin prejuicios para facilitar el crecimiento personal de ambas partes. El método fenomenológico busca entender cómo las creencias del paciente y su percepción del entorno afectan sus respuestas. La mirada del terapeuta Gestalt se enfoca en la interacción organismo/entorno, considerando la totalidad de la persona y su mundo. La práctica implica permitir que el significado emerja del campo y de la interacción con el paciente en el presente, sin forzar patrones o significados analíticos. Es crucial mantener la atención plena en el momento presente, aprovechando cada oportunidad decisiva que se presente, similar al concepto griego de "Kairos".

El concepto de Kairos en la Terapia Gestalt destaca la importancia de estar conscientes y receptivos a las oportunidades únicas presentes en cada instante. Este "tiempo de la oportunidad" en la sesión terapéutica se refiere al momento presente, intemporal y lleno de posibilidades inspiradoras. El terapeuta facilita que emerjan estas oportunidades, estando plenamente presentes en el campo del paciente. El momento Kairos es el encuentro fecundo del presente donde el terapeuta y el paciente convergen en una simultaneidad privilegiada. En resumen, el terapeuta Gestalt participa en el encuentro terapéutico con una combinación de experiencias, habilidades y presencia, centrándose en el campo experiencial relacional paciente-terapeuta para descubrir y comprender los significados que guían la experiencia del paciente a lo largo del tiempo y las circunstancias.

 

Lic. Diana Calderón

 

BIBLIOGRAFIA:

Perls, F. S., Hefferline, R. F., y Goodman, P. (1994). Terapia Gestalt: Excitación y Crecimiento de la Personalidad Humana. España: Sociedad de Cultura Valle-Inclán. Trabajo original publicado en 1951

 

Robine, J. M., (2004).  Manifestarse gracias al otro. Madrid: Asociación Cultural Los Libros del CTP.

 

Robine, J. M. El Fondo del Campo. En el transfondo del concepto. Recuperado el 22 de marzo de 2008 de la fuente Gestaltnet.net: https://gestaltnet.net/sites/default/files/El%20Fondo%20del%20Campo.pdf

 

Spagnuolo Lobb, M. (2001/2002). Psicoterapia de la Gestalt. Hermenéutica y Clínica. Barcelona: Gedisa S.A. Trabajo original publicado en 20

 

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